Situación Imaginaria ANEXO 1
Es 1993. La industria de los videojuegos ya está asentada por completo. Crece. Se monetiza. El futuro es muy brillante tras la debacle de hace una década que solo conociste mediante relatos. Tenías 13 años cuando el videojuego de ET obliteró a la industria. Llegas a una oficina moderna adonde trabajas con un grupo de amigos y algunos buenos nerds profesionales.
Te sentas en tu escritorio después de saludar a los más cercanos y servirte una taza de café. Todavía no salió el sol. Va a ser otro largo día en la oficina. Los físicos tienen que estar para salir en agosto. Ni el sistema 996 chino es tan devastador. Aparte no lo conoces como para compararlo. Es 1993. Pero sos feliz. Estas viviendo el sueño. Sos un engranaje de la máquina de fantasías. Tenes un salario muy decente haciendo lo que te da alegría. No te podes quejar.
Plusvalor
Podríamos ser prácticos y determinar que existe el crunch porque existe el capitalismo. Pero las explicaciones reduccionistas no ayudan a explicar mucho ni con decisiva precisión. Y algún despistado acudiría en aullidos a denunciar estajanovismo «olvidándose» que hasta ellos tenían jornadas de 6 horas.
El concepto de crunch se suma a un montón de palabrerío que tiene el área de sistemas desde que existe y que no son mas que dinámicas que se replican desde que consideramos la idea de trabajo asalariado.
La súper especialización para diferenciar.
¿Qué ES el crunch aparte de trabajar por fuera de las horas laborales legales?
Nada.
Un joven minero del siglo 19 bajando a picar carbón sin ninguna clase de implemento de seguridad podría ser el antecesor de un programador escanciando Red Bull (te da hipertensióooon) para terminar esas líneas de código. Con la analogía no pretendo comparar ambas líneas de trabajo. No se parecen en nada y son sufrimientos totalmente inigualables. Sin embargo, en ambas estancias hay un patrón que esclaviza. Con distintos rostros, modales, leyes y actitudes. Pero el fin es el mismo. Obtener de un trabajador aquello que genera riqueza: su plusvalor.
Situación Imaginaria ANEXO 2
Es el octavo día seguido que son pasadas las 20 horas y seguís sentado en tu escritorio. No termina julio aún y la secuencia parece que va a repetirse por al menos dos semanas más. Recibís un llamado de tu madre. No. No vas a llegar a cenar hoy tampoco. Que no te esperen para la sobremesa o el postre. Si, que te guarden algo en la heladera. Cuando hablas de comida te avispas de algo importante. Hace como 10 horas que no probas bocado y mas de 5 que no tomas líquido. Incluso haciendo memoria, puede que el café matutino haya sido tu última bebida.
Te levantas del poco ergonómico asiento hacia la cocina. La espalda te cruje, la cintura te chilla. Y eso que tenes menos de 30 años. Te haces un café (otro) porque la realidad es que estas durmiendo muy poco. No llegas a las 5 horas por noche.
Tus compañeros de trabajo tienen rostros y actitudes similares. Agotamiento, falta de sueño, mala nutrición, cansancio y dolores físicos variados. Incluso el líder del proyecto está en una situación similar, pero no se lo nota de ninguna manera especial por eso.
Carrera de Ratas
El tema es para que. ¿Para qué se exige tanto en una industria cuyo fin es un producto cultural que no es de primera necesidad? Por supuesto que eso no significa que estaría bien vista una situación de “crunch” en los campos de cultivo en una época de hambruna pero supongamos, siendo honrados, que al menos sería mas comprensible. En un porcentaje que se discute.
Como se sugiere en la charla con Ezequiel, la situación es en realidad un camino de dos vías paralelas que en un punto confluyen. En un hipotético eje cartesiano hablaríamos de “Objetivo de la empresa” y “Ambición del empleado” que se cruzan en un punto muy claro y específico.
Esta ambición existe en cualquier rama laboral, sin embargo, se acerca a la situación de desclasamiento en aquellas tareas donde el objetivo colectivo depende de un número de voluntades individuales.
En el espacio del desarrollo de videojuegos con su esquivo límite entre el arte y la ciencia dura, es que surgen los “sujetos especiales” que en el afán por probar su habilidad y talento generan una especie de introyección con respecto a quienes están en un lugar de privilegio.
Son, por supuesto, una amplia mayoría.
Situación Imaginaria ANEXO 3
Ha llegado agosto y con el último mes de la estación, también ha llegado la fecha de cierre. Hace como 25 días que no ves a tu familia. Comes tan mal que te sentís pésimo todo el tiempo. El exceso de café te da una acidez que te perfora el duodeno con cada respiración. El malestar general por la privación de sueño y la alimentación inestable han golpeado tu calidad de trabajo en maneras que no podes determinar.
En uno de esos raros momentos en los cuales compartís una charla con tus compañeros de trabajo alguien sugiere jocosamente que, tal vez, de dormir suficiente, alimentarse de forma saludable y tener un rango normal de horas laborales, el videojuego habría sido terminado mucho tiempo antes.
“¿Por qué?” pregunta una compañera en el area de QA.
“Porqué nos habríamos equivocado mucho menos”.
El Lugar de Privilegio
Existe la falsa noción propagandeada hasta el hartazgo de que un buen obrero trabaja mucho (en horas hombre y resultados) y que lo que nos dignifica como seres humanos es el Trabajo. Di Giovanni explica en otras palabras: ¿cómo podemos ser mejores seres humanos si lo que supuestamente nos mejora no nos diferencia de un burro de carga?
El trabajador de sistemas o desarrollo de videojuegos es el diseño con menos fallas de esa premisa. Así como el planeta Tierra estuvo en el sitio cósmico exacto para que prolifere todo lo que somos hoy, el “ente de sistemas” es una comunión de hechos que maridan para llegar a lo que ES.
En principio se unieron varios sujetos históricos para su procreación: el universitario post hippie de una comuna; el objetivista randiano ahogado en teorías setentistas de Friedman, las noches eternas de cocaína y descontrol. Pocos shows de TV fueron tan perfectos en su demostración como “Halt and Catch Fire” que dicho sea de paso, ilustra los prolegómenos del crunch con escasa elegancia pero superlativa eficacia.
El factor determinante del debate es que no importa con quien se acuesten, adonde se despierten, el objeto de su intoxicación diaria, o su postura sobre el aborto: son todos afines al capitalismo de manera inexplicable.
En una charla con Sebastián, un amigo, me relata sobre la antropóloga Faye Guinsburg, reconocida por un estudio sobre los movimientos pro choice y pro life en el cual determina que casi lo único que diferencia a ambas tribus (en EEUU) es ese debate, sus posturas con respecto a la concepción de la vida. En el resto, son más o menos la misma sustancia.
Lo único que diferencia a un empleado de sistemas con su jefe es el salario. En el campo ideológico, ambos se ubican en veredas conectadas.
Por supuesto que hay numerosas excepciones y una resistencia intestina a esa realidad.
Situación Imaginaria ANEXO 4
Como en Wall Street, la película,, recordas que tus padres tuvieron una vida decente trabajando en puestos gremializados. Veías a tu padre cada día después de la merienda. Llegaba cansado, sí, pero no lo suficiente como para no llevarte a la plaza a patear un rato. Tu madre, docente, trabajaba en los mismos horarios en los cuales vos estabas en la escuela. No te afectaba en nada.
¿En dónde se rompió todo?
La respuesta es un enigma.
Te sentís necesario para la sociedad como parte de una enorme y creciente masa laboral que se dedica a construir los modernos tótems de diversión. Sos una parte privilegiada de los nuevos tiempos. Si algún día tenes tiempo para tener una pareja y generar descendencia, confias en lo mucho que te va a admirar por ser un ser en la elaborada confección de fantasías binarias.
Y si dejas la vida haciéndolo, si dejas la vida HOY haciéndolo, quizás vos también puedas llegar a la hora de la merienda.