Romantizando el Crunch: Parte 2

Situación Imaginaria ANEXO 1

Es 1993. La industria de los videojuegos ya está asentada por completo. Crece. Se monetiza. El futuro es muy brillante tras la debacle de hace una década que solo conociste mediante relatos. Tenías 13 años cuando el videojuego de ET obliteró a la industria. Llegas a una oficina moderna adonde trabajas con un grupo de amigos y algunos buenos nerds profesionales.

Te sentas en tu escritorio después de saludar a los más cercanos y servirte una taza de café. Todavía no salió el sol. Va a ser otro largo día en la oficina. Los físicos tienen que estar para salir en agosto. Ni el sistema 996 chino es tan devastador. Aparte no lo conoces como para compararlo. Es 1993. Pero sos feliz. Estas viviendo el sueño. Sos un engranaje de la máquina de fantasías. Tenes un salario muy decente haciendo lo que te da alegría. No te podes quejar.

Plusvalor

Podríamos ser prácticos y determinar que existe el crunch porque existe el capitalismo. Pero las explicaciones reduccionistas no ayudan a explicar mucho ni con decisiva precisión. Y algún despistado acudiría en aullidos a denunciar estajanovismo «olvidándose» que hasta ellos tenían jornadas de 6 horas.

El concepto de crunch se suma a un montón de palabrerío que tiene el área de sistemas desde que existe y que no son mas que dinámicas que se replican desde que consideramos la idea de trabajo asalariado.

La súper especialización para diferenciar.

¿Qué ES el crunch aparte de trabajar por fuera de las horas laborales legales?

Nada.

Un joven minero del siglo 19 bajando a picar carbón sin ninguna clase de implemento de seguridad podría ser el antecesor de un programador escanciando Red Bull (te da hipertensióooon) para terminar esas líneas de código. Con la analogía no pretendo comparar ambas líneas de trabajo. No se parecen en nada y son sufrimientos totalmente inigualables. Sin embargo, en ambas estancias hay un patrón que esclaviza. Con distintos rostros, modales, leyes y actitudes. Pero el fin es el mismo. Obtener de un trabajador aquello que genera riqueza: su plusvalor.

Situación Imaginaria ANEXO 2

Es el octavo día seguido que son pasadas las 20 horas y seguís sentado en tu escritorio. No termina julio aún y la secuencia parece que va a repetirse por al menos dos semanas más. Recibís un llamado de tu madre. No. No vas a llegar a cenar hoy tampoco. Que no te esperen para la sobremesa o el postre. Si, que te guarden algo en la heladera. Cuando hablas de comida te avispas de algo importante. Hace como 10 horas que no probas bocado y mas de 5 que no tomas líquido. Incluso haciendo memoria, puede que el café matutino haya sido tu última bebida.

Te levantas del poco ergonómico asiento hacia la cocina. La espalda te cruje, la cintura te chilla. Y eso que tenes menos de 30 años. Te haces un café (otro) porque la realidad es que estas durmiendo muy poco. No llegas a las 5 horas por noche.

Tus compañeros de trabajo tienen rostros y actitudes similares. Agotamiento, falta de sueño, mala nutrición, cansancio y dolores físicos variados. Incluso el líder del proyecto está en una situación similar, pero no se lo nota de ninguna manera especial por eso.

Carrera de Ratas

El tema es para que. ¿Para qué se exige tanto en una industria cuyo fin es un producto cultural que no es de primera necesidad? Por supuesto que eso no significa que estaría bien vista una situación de “crunch” en los campos de cultivo en una época de hambruna pero supongamos, siendo honrados, que al menos sería mas comprensible. En un porcentaje que se discute.

Como se sugiere en la charla con Ezequiel, la situación es en realidad un camino de dos vías paralelas que en un punto confluyen. En un hipotético eje cartesiano hablaríamos de “Objetivo de la empresa” y “Ambición del empleado” que se cruzan en un punto muy claro y específico.

Esta ambición existe en cualquier rama laboral, sin embargo, se acerca a la situación de desclasamiento en aquellas tareas donde el objetivo colectivo depende de un número de voluntades individuales.

En el espacio del desarrollo de videojuegos con su esquivo límite entre el arte y la ciencia dura, es que surgen los “sujetos especiales” que en el afán por probar su habilidad y talento generan una especie de introyección con respecto a quienes están en un lugar de privilegio.

Son, por supuesto, una amplia mayoría.

Situación Imaginaria ANEXO 3

Ha llegado agosto y con el último mes de la estación, también ha llegado la fecha de cierre. Hace como 25 días que no ves a tu familia. Comes tan mal que te sentís pésimo todo el tiempo. El exceso de café te da una acidez que te perfora el duodeno con cada respiración. El malestar general por la privación de sueño y la alimentación inestable han golpeado tu calidad de trabajo en maneras que no podes determinar.

En uno de esos raros momentos en los cuales compartís una charla con tus compañeros de trabajo alguien sugiere jocosamente que, tal vez, de dormir suficiente, alimentarse de forma saludable y tener un rango normal de horas laborales, el videojuego habría sido terminado mucho tiempo antes.

“¿Por qué?” pregunta una compañera en el area de QA.

“Porqué nos habríamos equivocado mucho menos”.

El Lugar de Privilegio

Existe la falsa noción propagandeada hasta el hartazgo de que un buen obrero trabaja mucho (en horas hombre y resultados) y que lo que nos dignifica como seres humanos es el Trabajo. Di Giovanni explica en otras palabras: ¿cómo podemos ser mejores seres humanos si lo que supuestamente nos mejora no nos diferencia de un burro de carga?

El trabajador de sistemas o desarrollo de videojuegos es el diseño con menos fallas de esa premisa. Así como el planeta Tierra estuvo en el sitio cósmico exacto para que prolifere todo lo que somos hoy, el “ente de sistemas” es una comunión de hechos que maridan para llegar a lo que ES.

En principio se unieron varios sujetos históricos para su procreación: el universitario post hippie de una comuna; el objetivista randiano ahogado en teorías setentistas de Friedman, las noches eternas de cocaína y descontrol. Pocos shows de TV fueron tan perfectos en su demostración como “Halt and Catch Fire” que dicho sea de paso, ilustra los prolegómenos del crunch con escasa elegancia pero superlativa eficacia.

El factor determinante del debate es que no importa con quien se acuesten, adonde se despierten, el objeto de su intoxicación diaria, o su postura sobre el aborto: son todos afines al capitalismo de manera inexplicable.

En una charla con Sebastián, un amigo, me relata sobre la antropóloga Faye Guinsburg, reconocida por un estudio sobre los movimientos pro choice y pro life en el cual determina que casi lo único que diferencia a ambas tribus (en EEUU) es ese debate, sus posturas con respecto a la concepción de la vida. En el resto, son más o menos la misma sustancia.

Lo único que diferencia a un empleado de sistemas con su jefe es el salario. En el campo ideológico, ambos se ubican en veredas conectadas.

Por supuesto que hay numerosas excepciones y una resistencia intestina a esa realidad.

Situación Imaginaria ANEXO 4

Como en Wall Street, la película,, recordas que tus padres tuvieron una vida decente trabajando en puestos gremializados. Veías a tu padre cada día después de la merienda. Llegaba cansado, sí, pero no lo suficiente como para no llevarte a la plaza a patear un rato. Tu madre, docente, trabajaba en los mismos horarios en los cuales vos estabas en la escuela. No te afectaba en nada.

¿En dónde se rompió todo?

La respuesta es un enigma.

Te sentís necesario para la sociedad como parte de una enorme y creciente masa laboral que se dedica a construir los modernos tótems de diversión. Sos una parte privilegiada de los nuevos tiempos. Si algún día tenes tiempo para tener una pareja y generar descendencia, confias en lo mucho que te va a admirar por ser un ser en la elaborada confección de fantasías binarias.

Y si dejas la vida haciéndolo, si dejas la vida HOY haciéndolo, quizás vos también puedas llegar a la hora de la merienda.

Romantizando el Crunch (Parte 1)

Ezequiel vive en Irlanda con su familia. En Argentina era el CTO de una pyme de sistemas y desarrollo con unos 40 empleados y otros tantos logros. Se fue a Europa buscando un futuro mejor del que tenía en el país y descubrir nuevos horizontes. Lo conozco desde la adolescencia donde Eze, que había sido un moderadamente conocido hacker local y pionero en el uso de Linux, se consideraba anarquista y yo intentaba aparatearlo para otros rumbos.

E: Nunca desalentamos la sindicalización en la empresa. Vos sabes como pensaba yo y que estoy a años luz de pensar mal.

L: Es cierto.

E: Pero no se. Nunca nadie lo pidió tampoco. Antes de fundar la PYME yo trabajaba en una gran empresa local en el área de sistemas y estábamos dentro del marco de comercio. Cuando apareció Unión Informática hubo ahí algún conflicto entre los sindicatos pero no le dábamos mucha bola. Al principio de milenio éramos muchos menos haciendo algunos laburos bastante especializados, pero creo que incluso mejoraron las condiciones en los últimos tiempos.

L: Por como se volcó mucho a esa área.

E: Exacto. Hubo una época donde podías tener una distribuidora de, no se, peines, y no necesitar que tu área de sistemas –si la tenías- se especializara en seguridad informática. Bastaba con que supieran arreglar rápido las boludeces que surgieran.

SITUACION IMAGINARIA 1:

Tenes veintilargos o treintipocos. Trabajas en un moderno estudio de desarrollo local. El ambiente es súper amistoso. Todos trabajan a la par. Están en las fases finales de la salida de un fichín que no le va a cambiar la cabeza a nadie pero que vos, como desarrollador senior, llevas adelante con un orgullo sin igual. No es tu hijo, pero podrías haber sido elegido padrino.

Se pusieron una fecha límite para que esté en las stores digitales y ya cerraron acuerdos y contratos, pero la fecha se acerca y al título le falta. Esta áspero. Charlan entre todos y deciden meterle en la recta final. El resultado lo vale. El currículum también.


E: Te repito igual porque quiero que eso quede súper claro. Nadie, ninguno de los 40 empleados pidió jamás que haya sindicato, convenio o sarasa. Recuerdo aparte que vino un conocido de la empresa donde laburábamos que tenía un contacto con el gremio y yo le dije que yo personalmente no tenía historia, que entendía que en realidad debía haber alguna clase de charla con el sector de Recursos Humanos.

L: ¿Y que pasó?

E: No teníamos un área de Recursos Humanos. (risas)

L: ¿Las contrataciones las hacían ustedes?

E: Sistemas es un sector donde conoces gente, te haces amigo, te fijas que condiciones tiene y ves. Obvio que también se contrata del modo tradicional y que las grandes empresas canalizan mucho a través de Recursos, pero es un formato que muchas veces termina en decepción porque no siempre los de Recursos Humanos tienen idea real del talento o capacidad de lo que estas necesitando.

L: ¿Y ahí que pasa?

E: Lo que pasa en cualquier lado. Tenes un clavo al que terminas despidiendo y eso nunca está bueno. O sea, ya se como suena, pero nuestra empresa por ejemplo laburaba con proyectos para otras empresas. Proyectos con deadlines. Había que llegar o llegar. Y de repente tenías un flaco que prefería pasarse parte del día arreglando discos rígidos a mano.

L: ¿Pero eso les pasaba a ustedes?

E: No teníamos recursos humanos pero si, nos pasaba al principio porque ahí es donde necesitas al tipo que sabe si te están vendiendo un bolazo. Venía alguien recomendado por un amigo y en el currículum te ponía que había laburado con tal, tal y tal lenguaje y después en realidad no era tan así.

L: En las empresas suelen entrenar.

E: Es cierto. Capaz al principio no teníamos margen para eso.

L: ¿Y después?

SITUACION IMAGINARIA 2:

Tenes treintaylargos o cuarentipocos y una familia esperando en casa. Trabajas en un moderno estudio de desarrollo local. El ambiente es muy amistoso, pero a vos te importa cero porque preferís los días de home office. La pandemia ayudó bastante a que sumen mas días así. Los necesitas para poder estar con tus hijos. Llevarlos a la escuela, buscarlos. Ir a la plaza. Estar.

Se encuentran en las fases finales de un fichín que no le va a cambiar la cabeza a nadie, y lo sabes porque no es una necesidad de nadie que un videojuego salga en una fecha estipulada.

Se pusieron una fecha límite. Esta áspero. Charlan entre todos y deciden meterle en la recta final. Vos, y otros en tu situación, votaron otra cosa, pero la votación fue medio una pantomima porque el ambiente es amistoso pero patrones hay igual y los que no tienen obligaciones por fuera de las laborales, se pusieron la camiseta.


E: El caso es que cuando tuvimos un staff estable nadie pidió una representación sindical. No les importa. Es un tipo de laburo con recambio constante porque en cuanto aprenden el trabajo buscan algo mejor. Es difícil encontrar personas en sistemas que desarrollen antigüedad y las empresas lo saben. Por eso que desde el vamos ofrecen (nosotros también) más tiempo de vacaciones, home office, ambiente friendly, snacks y toda la pavada. Si no al talento no lo podes mantener de ninguna manera.

L: ¿Y ahí como hacen para terminar los proyectos?

E: Le damos todos a la par pero también es cierto que la gente no se suele ir durante un proyecto. Buscan desafíos cuando ya están duchos.

L: ¿Y por qué pensas que no se quieren sindicalizar?

E: En parte porque, con matices desde ya, es un sector bien pago. Nosotros éramos una PYME chiquita y pagábamos sueldos bastante por sobre la media. Tenían una buena prepaga también, un mes de vacaciones de base, dos días de home por semana.

L: Así en la nada son excelentes condiciones. ¿Qué exigían a cambio?

E: Nada por fuera de lo legal, pero cuando desarrollas alguna relación, porque ahí también es un tema. Somos todos más o menos de la misma generación. Mis empleados tenían mi edad. Había programadores algunos años mayores que yo pero habían ido porque yo los conocía de la empresa donde trabajábamos. Había forma de armar una amistad. Entonces te ven laburando para terminar algo y también se quedan. Después se los pagas de alguna manera.

L: ¿Y a vos te parece correcto?

E: No sé si es correcto. No es que se los obligaba. No en el caso de nuestra empresa. Si querían quedarse se agradecía y se pagaba.

L: ¿En otras empresas es así?

E: A veces si, a veces no.

SITUACION IMAGINARIA 3:

Sos una chica de veintipocos queriendo hacer carrera en el área de desarrollo. Son las 9 de la noche, el ambiente está cargado y eléctrico. Estas involucrada en una sección donde surgen muchos problemas y por ende tensiones. El ambiente friendly ya no es tan friendly. Hay algún comentario desagradable que te resuena a sexismo pero como viene de alguien que te suele caer bien, se lo atribuis al agotamiento.

Estas cansada. Queres bañarte y dormir. Te traen una bebida energética de la heladera. Seguís un rato mas. El flaquito intenso que te tira onda también está ahí. Suspiras.


E: Hay aparte un tema mental. El tipo de sistemas promedio trabaja en equipo, si, pero es bastante “LA MÍA”. No le gustan los sindicatos, y mucho menos los sindicalistas. Es de acá (Nota de L: se señala la cabeza).

L: Eso igual no es propio del área de sistemas.

E: Sin duda. Pero supongo que en sistemas se exacerbó.

L: ¿Y por qué?

E: Esto es teoría nomas, pero creo que la idea del sindicato o gremio está muy anclada en actividades antiguas y los de sistemas queremos creernos en la modernidad, donde cada individuo gana de acuerdo a su talento y mérito y no porque un grupo de tipos viene y te dice que de ahora en mas todos tienen que ganar tanta plata y tener tantos derechos.

L: Eso sucede porque durante siglos los trabajadores fueron esclavos.

E: Desde ya. No lo niego. Pero hoy la situación es otra.

L: En algunos sectores tal vez, pero ¿negas la existencia por ejemplo del trabajo esclavo en los talleres textiles clandestinos o como laburan los peones de campo?

E: No, claro que no, pero al menos los segundos, un sindicato tienen (risas).

L: Es un buen punto ese. No todos los sindicatos son manejados de manera decente.

E: Yo estaba en comercio y haciendo laburo recontra especializado ganaba lo mismo que un administrativo A. Y a ver, no digo que yo tenía que ganar más o menos. Pero simplemente no tenía sentido la equivalencia. Por eso es que también se empezó a tercerizar mucho el desarrollo, porque los de sistemas dejamos de agarrar esos puestos. Ante el vacío de empleados, y la creciente demanda, pudimos imponer nuestras condiciones.

L: Eso es una manera de “sindicalizarse”.

E: Ok, pero sin una estructura burocrática enorme donde un grupo se la lleva en pala mientras negocian unas paritarias de mierda. Fue casi orgánico lo que pasó. Ojo, siguen existiendo las grandes empresas de sistemas, pero ahí siempre terminan contratando gente que capaz ni sabe prender una PC. Insisto, no estoy diciendo que la sindicalización está mal ni nada por el estilo. Pero a nosotros nos sirvió otra cosa.

L: ¿Crees que un poco se romantiza el laburo ese a largas horas para terminar donde todos están felices y etcétera?

E: A veces si porque a veces sí es así. No siempre seguramente. Pero un porcentaje de las veces tenes un staff de laburo que esta totalmente mentalizado y estimulado y que se pone la camiseta de forma honesta.

L: ¿No crees que en esos staffs hay personas que simplemente no pueden permitirse no ponerse la camiseta?

E: No lo pensé.

L: ¿Por qué?

E: Porque siempre fui muy abierto y nunca “obligué” a nadie a quedarse, como te dije antes.

L: ¿Hubieras mirado diferente al que se fuera?

E: Ni a palos.

L: ¿Pero consideras que puede pasar en otras empresas?

E: Seguro. En todos lados. Las patronales no hacen “beneficencia”. El tipo que ficha a las 5 en punto es observado distinto que el que no esta mirando el reloj todo el tiempo. Eso es así.

L: ¿Y por qué es distinto en las empresas de sistemas entonces?

SITUACION IMAGINARIA 4:

Sos una persona de una minoría muy discriminada. Sabes que tenes el talento y capacidad para estar ahí, pero a la vez tenes ¿miedo? que te hayan contratado por pertenecer a esa minoría. Incluso aunque las leyes te den la razón y haya una cuota que exige que te contraten porque así se batalla contra la discriminación de origen cultural. Aún así, esa sensación hace que todos los días te quedes más horas programando, testeando y viendo todo lo que te compete. Queres probar algo. El videojuego va a tener tu nombre en los créditos pero queres poder dejar evidencia que fue por lo que hiciste y no por lo que orgullosamente sos.

Sabes que hay otres en tu situación.


E: No, no creo que sea distinto lo que sucede. Creo que es distinto como sucede. Todos los que tenemos una edad y operamos para un tipo que era patrón del tipo «de estancia», sabemos lo que és. Nosotros no somos así. Si te vas, te vas, todo bien.

L: ¿Sin consecuencias laborales?

E: No, reales no. Psicológicas, seguro. Te dije antes que es algo mental. Ya en la mente te quedó que tal flaquito se quiere ir. Y como está en su derecho, está perfecto. Pero bueno, capaz no es el primero que me viene a la cabeza para ascender o darle un bono o lo que sea.

L: ¿Aunque haga bien su trabajo?

E: Es que ahí hay un tema. Vos ya pagas un sueldo para que la persona haga bien su trabajo. Para los beneficios extra se busca algo extra. Y lógico que no todos quieren o pueden darlo.

L: El crunch ¿Entra en esa discusión?

E: Solo cuando es hiper necesario. Nosotros no hacíamos videojuegos pero este gremio también es versátil. No es lo mismo un estudio indie local sacando una poronga para celulares que Rockstar que cotiza en bolsa, tiene accionistas y toda la bola. Para Rockstar, fallar un deadline sí representa ALGO. Te concedo que cuando hace crunch el estudio local sacando «Garcha Atomica 4» para Android es medio cualquiera. Pero bueno, cada empresa es un mundo. Capaz el CEO de esa empresa esta re mil jugado con el banco y necesita que salga el videojuego para tapar un descubierto, que se yo.

L: Claro pero ahí ¿Qué responsabilidad tiene el empleado?

E: Técnicamente, cada parte del desarrollo es fundamental y entonces si un videojuego o aplicación o lo que sea no sale en fecha, responsabilidad tiene. Desde ya, si la planificación se hizo como corresponde. No es que vos podes decir “Hay que desarrollar un MMORPG y tiene que salir en tres meses”. Es una locura y todo el planteo inicial esta mal. En base a esa forma de pensar es que el empleado de sistemas suele estar muy bien pago. Suele. Porque al contratarlos, con todo lo que te conté, se busca eso también. No siempre está implícito, y capaz eso este mal.

L: ¿Capaz?

E: Me corrijo. Si. Está mal. Debería ser claro cuando contratas que buscas que el empleado, de existir la necesidad, se quede a terminar lo que haya que terminar. Siempre pagándole y todo.

L: ¿Sabes si es así en la realidad?

E: No, en general no es así.

Balances y Endogamias

Que complejos e innecesarios son los balances. El avance de un guarismo no debería motivarnos a creer que son útiles. No obstante, los humanos estamos programados para el asunto. Termina el año (¿termina? Según la convención) y queremos analizarlo para poder prepararnos mejor para el siguiente.

Durante muchos años maneje mi vida de una manera muy similar. Trabajo, hogar, familia, hobbies. Eso es todo. Sencillo. Fue en el último lustro, con mi hija y con las crisis, que comencé a investigar y a investigarme. Estudié nuevos conocimientos, adquirí alguna habilidad impensada, me involucré en proyectos y abrí horizontes.

Uno de esos horizontes, menor sin duda, es esta página.

Mi plan para IndiesArise era capitalizar la cantidad de keys que recibo de videojuegos independientes para reseñarlos y darles un espacio que no compitiera con los que casi todas las webs les ofrecen. En la realidad, eso no sucedió. No encontré jamás el tiempo para poder analizar ese caudal de títulos y darles su lugar. De alguna manera “fracasé”.

Estas leyendo esto pensando “ja, otro proyecto que muere en las vísperas”. No. Nada más alejado de la realidad. Cuesta mucho que renuncie a algo porque tengo una política personal de no abandonar nada. En ese aspecto al menos, me cabe la etiqueta de acumulador. Para muchas personas bajar la persiana es una forma espiritual de cambio de año (¿termina? Según la convención). Es una manera de decir “borrón y cuenta nueva”. Es común en los medios que muchos arrancan con proyectos casi personales como IndiesArise que abandonan inmediatamente después de conseguir un trabajo bien pago en el rubro. Tiene, diría la señorita Hoover, “perfecta validancia”. Es renunciar a la pasantía porque maduramos lo suficiente en el oficio como para que nos contraten.

Este 2021 que ¿termina? observe muchos –realmente muchos- proyectos terminar. La coincidencia con lo que señaló al final del párrafo anterior es anecdótica y sirve con exclusividad solo a mi análisis personal.

La obsesión por pegarla, de lo cual he escrito con extensión, arruinó tantas psiques como las que llevó a un lugar de privilegio. Enhorabuena por lo último. Paraguas bajo la lluvia por lo primero.

Mi año comenzó escribiendo para PressOver y Bitwares. De repente me vi rodeado de una comunidad de creadores de contenido con una alta proclividad a consumirse los unos a los otros. Le di un nombre antipático pero que aún al 31 de diciembre considero acertado: la endogamia.

No voy a señalar fotos, el 90% de ellos ya no es parte de mis redes y no tengo ni tuve jamás una relación de importancia. No les critico la endogamia que existe, lamentablemente, en todo sitio. Les critiqué, en todo caso, el criterio, la hipocresía, y otros defectos de personalidad ideológica que están asentados en su “obsesión por pegarla”.

Hoy por hoy hay medios de comunicación que son muy apreciados por ese colectivo y las razones son las de siempre: pagan y exponen. Es demasiado tentador en un panorama donde la norma es cobrar en videojuegos y que te vean diez amigos a los cuales ahora les debes una lectura o view.

“Llegar” llegan pocos. En Argentina, aún menos. Está claro que yo no llegué ni voy a llegar. Hablará de mi capacidad en el arte o en la venta. Hablará, quizá, de cómo soy y quien está dispuesto a arriesgarse con una persona tan vocal en sus creencias. Es irrelevante para mí porque hace mucho decidí que no era mi objetivo. Tal vez sería hermoso que estas palabras las esté esperando alguien. Pero no es el caso porque somos parte de una comunidad en la cual casi todos crean y pocos se dedican a consumir. Escribimos, streameamos, editamos y grabamos para cinco gatos locos que están haciendo exactamente lo mismo. También batí el parche con el asunto en el pasado.

Claro que hay gente que lee por gusto. Y gente que sigue streamers por el contenido y no por el favor. Por supuesto que si. Pero es un camino arduo el de generarse esa comunidad y requiere un trabajo, dedicación y presupuesto al que solo un ínfimo y selecto grupo puede acceder. Lo sé.

Aparte de los proyectos de gaming escribí –y ahora regresé- diez años en Revista 24 Cuadros, una publicación gratuita de cine que por sus características debería ser referencia obligada de cualquier cinéfilo de habla castellana. No lo es. Apenas hace un tiempo la web está dando métricas que entusiasman.

Con IndiesArise quiero poder tener el tiempo de jugar esos títulos independientes y poder reseñarlos con honestidad. También quiero poder hablar de lo que se me cante y es lo que voy a hacer. Para esos cinco que ven el twit y deciden ver de que carajo estoy hablando. Contenido va a haber.

Hace siete meses mi balance era otro, era parte de una comunidad a la cual le caía simpático porque mis límites verborrágicos eran unos que decidí automáticamente voltear cuando se metieron con algo que a mi me importa mucho mas: la militancia social. Mis comunidades, mis proyectos y mis ambiciones palidecen por completo con respecto a mi actividad militante en el cual se encuentra sin duda señalar las hipocresías de quien se quiera embanderar con unos colores que no le combinan. Y en la comunidad de creadores de contenido gamer hay un buen número de despistados así.

Otros decidieron el silencio que es casi siempre cómplice.

“La verdad duele, el silencio mata”.

Elegir la peor opción para uno no trae mas que desgracias personales. No puedo decir que fue mi caso. Los llamados y mensajes que no llegan ahora son los que nunca llegaron porque considero que, aún con mis estallidos, lo mas importante siguen siendo los contactos. Yo, huelga decir, no los tengo. No los busqué tampoco. No conozco a nadie que abra puertas en el ambiente, y si lo conociera, seguramente sería un portero.

Pero es democrático el asunto porque el 99% estamos en la misma.

Felicidades.

El paradigma de la libertad

Tocas start. Desaparece el logo de los títulos.

World 1-1

Estas jugando. Avanzas hacia la derecha apenas unos metros simbólicos y te encontras con un set de piedras flotadoras. Unos bloques dorados te invitan a golpearlos pues están firmados con un signo de interrogación. Sale un hongo (¿?) disparado hacia la derecha, rebota en una maceta verde y se va para el lado opuesto y desaparece de tu margen de visión. Corres hacia la izquierda, de donde viniste para intentar agarrarlo. Ese ítem SIRVE PARA ALGO Y LO NECESITAS.

¡PUM!

Te chocas con un límite invisible marcado por tu progreso. No podes volver de donde viniste.

Solo avanzar.

Volver, con la frente marchita

En la era temprana de muchísimos videojuegos regresar sobre tus pasos no era una opción. Por cuestiones de diseño o limitación de recursos, solo estaba permitido progresar. Los grandes títulos utilizaron esta prohibición como una ventaja o un enemigo mas a vencer (como en el caso de los hongos esquivos), sin embargo, lo que se pretendió siempre es lograr ofrecer al jugador mas libertad.

Con mas recursos, los videojuegos –aún en su etapa de niveles- ofrecieron al jugador un mapa que podían explorar de cabo a rabo, retornando a lugares no investigados. Se tornó en parte del gameplay de muchos títulos la dinámica de ofrecer un power up a posteriori que nos obligara a volver a un punto previo.

Y finalmente, la evolución tecnológica y la capacidad nos otorgó un sistema casi definitivo para varios géneros: el mundo abierto.

Se había alcanzado el máximo de libertad posible.

Grime, reseñado hace poco en Bitwares, 2D metroidvania

Un mapa medido en kilómetros en el cual nos tiran y podemos recorrer y descubrir sus secretos, explorar sus recovecos, iniciar aventuras. Podemos, como gamers, querer aún mas. Sin embargo, en muchos casos, ni siquiera como humanos tenemos tanta libertad. Como humano jamás he recorrido un territorio tan vasto como el de Skyrim, RDR2 o Xenoblade Chronicles. Seguramente haya personas privilegiadas con una enorme red de contención que sí. Pero el resto solemos transitar algunos pequeños caminos de ida y vuelta a diario hasta morir, con el ocasional viaje a un territorio distinto (la montaña o la playa) de tener los recursos.

En definitiva, estos mundos abiertos terminan ofreciendo una experiencia singular increíble dentro del marco de las posibilidades técnicas de la era. Cada generación de consolas intenta tener títulos mas grandiosos en todo sentido. Mundos obscenos en su tamaño y sus escondites que fomentan la exploración constante y el paseo en detrimento de la historia principal.

Falsa Libertad

El concepto de “libertad” es ficticio.

Nadie es realmente libre y los límites “invisibles” suelen estar más cerca de lo que imaginamos.

Para salir del país necesitamos identificaciones y trámites varios, pero principalmente dinero. Y aun teniendo todo eso, que es muchísimo, en gran porcentaje de los casos, estas obligado a volver o a ser “ilegal”.

Eliminemos ese concepto específico de libertad, el de exiliarse a gusto o necesidad.

¿Qué tanta libertad tenemos si para sobrevivir estamos mecánicamente obligados a hacer de manera diaria un número de acciones?

Alguien criado a las luces naranjas del hipismo (mas sobre esto en los próximos párrafos) podría sin mucho problema asimilar ideas así. Dejar todo, agarrar una mochila y viajar. Nadie sin recursos llegaría muy lejos. Los casos de mochileros pobres que llegaron a alguna frontera se cuentan con los dedos de una mano.

La única forma que tengo de ver una aurora boreal

Las ideas hippies son ni más ni menos que una gestión psicológica de los servicios de inteligencia creada para forjar una opinión “de izquierda” por dentro del sistema capitalista. No es casualidad que haya tenido su génesis formal en el periodo histórico donde, alrededor del globo, proliferaban las revoluciones y estaba todo dado en Norteamérica para un estallido de proporciones similares.

No puede existir “amor y paz” cuando el monopolio de la violencia lo tiene el Estado Burgués afiliado a las grandes corporaciones.

No puede, entonces, existir libertad alguna si esta permanece delimitada por los deseos y necesidades de una clase dirigente que otorga apenas lo mínimo de lo que obtiene por el trabajo de sus esclavos.

En palabras de Lenin:

 “Los capitalistas han llamado libertad a la libertad de los ricos de amasar fortunas y a la libertad de los trabajadores para morirse de hambre”.

Se podría decir: “pero uno puede elegir morirse de hambre y ser libre”. Dentro de la inocencia de esa frase se esconde un privilegio de clase. Primero porque no, uno no tiene una decisión sobre eso de no haber perdido la cordura y segundo porque incluso así el sistema capitalista en todos los países donde domina ha generado leyes que criminalizan a quienes eligen vivir por fuera de sus regulaciones.

El Escape de la Clase Media

Los videojuegos entonces son un escape adonde huir de esas condiciones de la vida cotidiana.

Para quienes podemos practicarlos, títulos como Red Dead Redemption 2  o Final Fantasy XV son parecidos a vacaciones. Lugares que, aunque plagados de peligros, exceden las paredes que habitualmente hospedamos.

No son perfectos. Y, en muchos casos, tienen tantas paredes invisibles como los tenía el primer Super Mario. Pero nos trasladan a una geografía novedosa, “abierta”, entretenida y casi respirable. Nos dan una ilusión de libertad que tiene tanto de realista como la versión live-action.

Insisto, están lejos de la perfección. Este hermoso video que me compartieron ayer sobre RDR2 da buena cuenta de sus problemas:

Pero, y desde la opinión personal, cada día, alrededor de la hora de la siesta (y en horario laboral), yo decidía escapar un par de horas al universo de RDR2 o a Los Santos o Skyrim y perderme en sus grandiosidades, hacer alguna misión fuertemente scripteada o con absoluta libertad de resolución. No importa. No creo que viciemos esos videojuegos por la multitud de opciones que me otorgan para ¿matar? ¿robar? o existir. Al menos no creo que sean la mayoría. Pienso que es mas que probable que solo estemos buscando una buena historia y un paisaje desconocido.

Si tengo que ponerme a elegir si es la vida la que esta llena de bugs y problemas de diseño o un vulgar videojuego, uno solo de esos dos es relevante.

Con esto no pretendo escribir que la crítica o la reseña o el análisis no son importantes. Dado que trabajo de eso, le comprendo un espacio de interés. Es importante dentro del marco que le queramos otorgar o en como ES nuestra vida.

No mas que eso.

Consideraciones sobre el Stream

…del Oldverse

Visto y considerando alguna pregunta que me realizaron en el fuero privado, es menester dialogar de manera breve con usted lector con el objetivo de explicarle algún asunto y porque no, anoticiarlo de otro.

Oldverse

Desde hace unos meses, gracias a la adquisición de cámara, cable y soporte de micrófono, y conocimientos sobre el OBS, nos metimos de lleno al, a esta altura, claustrofóbico mundo del streaming. Los que no nos conocen del todo no están al tanto de la existencia del “Oldverse” que es ni más ni menos que un conglomerado de grupos de Facebook en los cuales se debaten diversos tópicos.

Fue en el 2017 que se comenzó a hacer “vivos” vía Facebook y también videos de gameplay que luego iban enlatados a nuestro canal de Youtube. Con mas producción, también se hicieron unos podcasts entrevistando a gente talentosa o familiarizada en distintos campos o hobbies.

Disponible en Youtube la charla con Pablo Borda

La experiencia fue entretenida pero una serie de situaciones la pusieron en pausa hasta principios del 2020 en el cual con un formato de stream nuevamente via Facebook nos reuníamos cada tanto a hacer un relato de la pandemia y la cuarentena.

No somos nuevos en esto. No lo rechazamos nunca. Y, modestia aparte, salía (y sale) bastante mas fluido que muchos streams que por suerte he presenciado que son una siesta o simple y llanamente una garompa.

Entre mediados y fines del 2020 también probamos un podcast a dúo con nuestro hermano uruguayo Nile (hoy en Press Over con DOS streams de rol), el corto de vida “Cianuro de Hidrógeno” en el cuál nos metimos con TODO.

Streams

Desde enero participo en la redacción de Press-Over, un entorno muy agradable que por la misma fecha en la cual yo ingresé comenzó a coquetear con la idea de un canal de Twitch con programas cada día de la semana. Hecho que finalmente culminó formalizándose con una docena de vivos de muchos estilos y varios conductores, todos proviniendo del staff de redacción.

Las razones por las cuales no participo como streamer son múltiples y las quiero detallar aunque nadie me lo haya exigido:

1- La primera es que cuando arrancó todo, yo no tenía los implementos necesarios para hacer un stream decente. Al menos dentro de mi criterio que tal vez a la vista de otros no sea muy alto. Me faltaba todo lo que ya enumere al principio. En ese presente, preferí no sumarme. Press-Over es uno de los pocos lugares que correctamente PAGA A LOS REDACTORES POR SU TRABAJO. Esto suena insólito porque no es lo común. Dada esa cuestión, no me parecía aparte hacer algo feo o a medias.

2- Porque aparte, me obnubila la idea de tener que preparar a conciencia un programa en oposición a lo que hacemos ahora que es sentarnos delante de la cámara y hablar de los temas que queramos hablar. Se podría creer que todo lo de “saber de que queremos hablar” es una forma de preparar el stream, no obstante, créanlo: no hay guión. Nos sentamos con la transmisión y charlamos desde nuestro conocimiento, ideología, sentimientos y emociones. Lo cuál, en general, a lo largo y ancho del universo de Twitch es mas o menos así, pero con montones de streamers que son lamentablemente unos pasmarotes y que utilizan el espacio como terapia. Lo cual no tiene nada de malo per se, ojo.

https://www.twitch.tv/videos/1160378621

3– El Oldverse es mío. En el Oldverse y cualquiera de sus canales puedo decir lo que se me antoja sin ninguna clase de miedo a que alguien tome mis palabras como representativas de un canal o medio del cual no soy dueño.

En algún artículo he dejado en claro que una de las razones por las cuales prefiero el medio escrito (ESTE) al del vivo de Twitch, es por la posibilidad de reprimirme que acá poseo. Cuando ustedes lean esto –los cinco al menos- van a recibir una versión un tanto más aséptica e inocente que la primera que fluyó de mis dedos al teclado. Si en el transcurso de la redacción se me salta la chaveta, es algo que puedo remediar antes, durante e incluso después de haberlo subido a internet. El video en vivo, no hace falta explicar, va con todas nuestras malas leches, insultos, desenfrenos y pastos.

El hecho de que seamos dueños del medio también nos da la posibilidad de hacer o dejar de hacer los programas cuando lo deseemos sin sentir que estamos decepcionando o generándole un problema a alguien más.

Asperezas

Y acá es donde detallo algo más, aunque quizás no debiera.

La vez que salí en un stream de un tercero, expresé cosas que quería decir, pero que otras personas no querían que yo exponga en vivo o que quedara un registro. No hubo un error de mi parte más allá de señalar algo áspero en un canal que no me pertenece. No “se me escapó” lo que dije. Fue totalmente pensado. Pero cayó mal. Tuve discusiones privadas.

Yo no quiero tener que reprimir lo que pienso y digo. Quiero, en todo caso, poder editarlo si a la larga entiendo que obré incorrectamente. Insisto, no fue el caso. En ese momento expresé algo que sentía y en lo cual estaba 100% acertado. Aunque causase escozor.

Los medios donde aporto desde alguna forma no son de mi propiedad y tienen intereses que yo no tengo y con los que incluso puede que no comulgue de una u otra manera.

Esto que estoy contando no lo podría enumerar en una página que no fuera mía tampoco. O quizás sí, pero no me atrevería porque no es interés de nadie más que propio.

Como dije en otro update, la idea del canal del Oldverse es que haya tres o cuatro programas ya sea semanales o quincenales. De momento está costando por cuestiones de horarios, voluntades, y entendimientos. El fijo es el que sale GENERALMENTE los domingos a la noche haciendo un resumen de los temas más interesantes de la semana pero con un enfoque en lo político.

Los esperamos.

Vida y Obra

Cuando hace tiempo no se habla, es bueno decir en que se está y en mi caso particular, actualmente, es en mucho.

Vida

En el día en que escribo esto, 28 de septiembre, acabo de terminar una reseña del último NBA 2K, el 2k22 que podrán leer en Bitwares.net probablemente también el mismo día. La reseña la escribí mientras se hacía un render de un video para Youtube (que actualmente se esta codificando para que pese menos) del nuevo canal de Twitch que manejo con otras personas y que subimos contenido que tiene que ver con The Oldverse, el universo de grupos de Facebook que administro hace ocho años y que cuenta con grupos de gaming, nerdeadas, memes, cocina, política, moda, pirateria, ayuda técnica, compra y venta y bolsa de trabajo. Los grupos de Facebook alcanzaron un inesperado éxito que no se ha extendido a otras redes (?) y es por eso que es el eje de nuestro esfuerzo mayor.

El twitch de The Oldverse es twitch.tv/theoldverse y hacemos streamings de dos a tres veces por semana sin un tema fijo. De momento, los videos que estamos subiendo a Youtube tienen que ver con el devenir político del país tras las PASO pero eso no evita que a futuro se suban, por ejemplo, gameplays.

Aparte de eso, tengo apalabradas tres artículos para Press-Over de los cuales uno seguramente salga en esta semana. Les adelanto los tópicos: GTA V, Ajedrez, adaptaciones. Cual sale esta semana depende de la inspiración. Dicho sea de paso, ayer se cumplieron cuatro años de Press-Over y va a haber festejo:

Entre otras cosas en las cuales me vi atareado (?) fue la creación de dos historietas hechas integramente con Photoshop y fotos que tomé. Me interesa la idea de producir historias unitarias (one shots) con ese formato porque dibujar no se y el dibujante es a la creación de comics lo que el baterista a las bandas. Hay uno por cada 100 de las otras posiciones y se hacen desear como si estuvieran cubiertos de crema chantilly.

Obra

Con lo que refiere a esta página, quiero anoticiar a quien lea que tengo demasiados videojuegos indies para reseñar entre los que se encuentra «Lihue«, título desarrollado por un colega de PO, Nehual Pascale. El fichín salió hace mas de un mes y ya fue reseñado por todo el mundo, pero entre las entregas personales y el trabajo que paga las cuentas no he podido ni instalarlo. Sin embargo, será el primero que revitalizará a la alicaída sección de reseñas.

Es probable que empiece a compartir material de la cuenta de Youtube de The Oldverse en la página, como este video:

He notado que muchos millenials, de mi edad y mas jovenes, tienen un nivel de polifuncionalidad asombroso. Editan video, diseñan imagenes o webs, componen música, sacan fotos, escriben, programan. También he notado que no somos pocos los que nos quejamos de la poca retribución que existe ha semejante cantidad de habilidades. Tengo una respuesta que es personal asi que espero no ofender a nadie:

La falta de éxito sin duda es en gran parte por una ausencia de contactos importantes. Definido eso, el otro porcentaje se lo lleva la calidad de lo que creamos y el nivel que tienen esas habilidades. Dado que no nos concentramos en perfeccionar ninguna porque preferimos tener una decena, no tenemos posibilidad de sobresalir porque hay personas que se han dedicado de lleno a mejorar en una sola cuestión (y lo han logrado) y por supuesto, cuando el mercado no elige el contacto, seguido elige la calidad. Repito, me pongo de ejemplo, pero es algo que he visto en montones de ¿colegas? del ambiente.

Nacimos con una PC dispuesta y con la predisposición a asimilar las técnicas y las tecnologías. De eso se desprende que lo que se pueda aprender leyendo o viendo un tutorial no es algo que este fuera de nuestro alcance. Sin embargo, cada disciplina que enumeré es una carrera profesional en si misma de la cual con internet y tutoriales solo se araña la superficie. Un lego capaz no distinga entre una imagen diseñada por un fulano como uno y un diseñador gráfico titulado. Escribir es barato. Pero eso no nos transforma en Tom Wolfe apenas abrimos el procesador de texto. Los que contratan y pagan lo que corresponde, GENERALMENTE, se fijan si nuestros conocimientos y capacidades son las de una persona preparada o las de un amateur con voluntad.

Si nuestros contactos son nulos, el éxito entonces tendrá que llegar desde un lado distinto. O no llegar.

Como dice un escrito que aprecio mucho aunque sea la cúspide de lo liberal, si pensamos el éxito como dinero no estamos viendo el punto. De vuelta, la cúspide de lo liberal, sepan disculpar.

A veces el dinero no llega tan rápido, o directamente no llega nunca y el éxito tiene por obligación que pasar por otro lado: la felicidad que nos dio crear, los amigos que hicimos creando o el aprecio que cosechó la obra, aunque sea modesto.

Sobre las elecciones y los individualistas

Ayer por la noche, junto a Natalia, mi compañera, hicimos un stream en Twitch en el canal propio @TheOldverse donde charlamos sobre los resultados de las elecciones PASO de ayer y los resultados bastante malos que recibió el oficialismo de FDT frente a los números que obtuvieron las diferentes listas de JxC en todo el país. Se charló largo y tendido sobre razones, cuestiones y futuros con el montonazo de gente que nos acompañó . Sin embargo, antes de dormirme, fantasmalmente me seguían surgiendo tópicos que cubrir. Uno de ellos está atado tangencialmente al patrón cultural que posibilita, por ejemplo, esta página web.

El Ser Único

El signo de los tiempos es el individualismo. Lo señaló ayer Natalia brevemente haciendo referencia a la ideología de muchos de los streamers mas populares pero también a la neocultura que permite que existan. También páginas unipersonales como Indies Arise. Es de entendimiento personal que la repetida “batalla cultural” que se buscó ganar durante el kirchnerato tenía como uno de sus ejes el concepto slogan “La Patria es el Otro” que así en el aire carece de profundidad intelectual pero que puede encontrar alguna clase de sentido en la idea de que nadie se salva solo y que la colectivización es preferible al individualismo. En esencia, ideas antagónicas entre comunistas y liberales. No hubo una política de ir a fondo con la que se asocia al slogan y la contraria se lo termina llevando puesto. Pero su nudo tiene al menos 20 años de gestación. Casi 50 con Martinez de Hoz, los Chicago Boys de Friedman y la mar en coche.

En diciembre de 2001 comenzaba el aparato político “espontáneo” del que se vayan todos que Milei encapsula hoy de una manera que la izquierda no pudo hacer en su momento simplemente porque no tenía ni las mismas herramientas (las redes sociales y medios afines) ni un porcentaje de su brutal financiación. Cuando busca un salvavidas, la sociedad violentamente huérfana de ideologías agarra el que le tiren. Hace dos décadas vio ese salvavidas en una porción amable de la izquierda vernácula que no supo ni pudo capitalizar ese interés. Cuando se evidenció cansancio y se terminó el romance, parte enorme de la sociedad votó mal (en el 2003 recordemos que ganó Menem, el neoliberalismo). Kirchner termina en Casa Rosada porque Menem se baja del ballotage, viendo la gran espalda de la interna peronista encapsulada en Duhalde. Los años dulces del kirchnerismo no tienen que ver con la inexistencia de grietas, sino con el agotamiento de la sociedad con la política. El cisma de nuestro país –que es el del mundo- siempre existió y seguirá existiendo mientras uno no elimine de la faz de la tierra al otro.

En el 2003, la anti política estaba encapsulada en ese primigenio PRO con algunas figuras muy secundarias reunidas a la sombra de Macri que no tenía un discurso muy distinto al de Milei. Lo que se percibía diferente eran las formas. Pero la ideología por detrás era el mismo esbozo de ideas objetivistas, discriminadoras, y destructivas del frágil entramado social. Mauricio Macri se proponía por esa época como un fan de Cacciatore acompañado por buena parte del sector burgués. No le costó llegar porque donde hay dinero hay posibilidades. El billete compra campañas, seguidores, y medios. De manera simbólica pero también literal.

Todo lo humano me es ajeno

En el 2021 estamos atravesando la radicalización de los espacios. Cada uno retroalimenta al otro y en el medio quedan los moderados que terminan siendo quienes reciben el caudal mayor de votos nunca asistiendo a la realidad fáctica. La radicalización de espacios no es análoga. Mientras unos radicalizados queremos pleno empleo, derechos laborales, derechos para las minorías, inclusividad, y conciencia de clase, del otro lado se nos presentan candidatos negacionistas que hablan de superioridad genética. No son discusiones extremas similares mas allá de los fallos de cada una de las facciones. Desde el centro a la izquierda se nos exige moderación y acoplarse para intentar recaudar algún voto de un moderado del otro lado cuando deberíamos ser nosotros quienes exigiesemos que se vengan para acá.

Porque “The nazis are coming”. Y cuando vienen, los moderados a menudo los dejan pasar.

Y es que estuvieron siempre. En el Congreso hay nazis desde que existe ese sagrado recinto. A veces con más apertura en sus ideas, de a ratos con menos. Es lo que les exige cada momento histórico. Pero ¿qué diferencia hay entre la tal Villaroel y Loperfido o Macri? Ninguna.

Lo verdaderamente excepcional es como un discurso nazi siempre termina siendo atractivo para un porcentaje de la sociedad que es, a la postre, cada vez más numeroso.

Y acá cierro la elipsis:

Desde el ámbito en el cual participo me ha tocado presenciar de manera repetida –incluso entre gente con la cual compartiría ideología- una búsqueda de éxito individual por dentro de proyectos colectivos. “Colegas” queriendo pegarla y hacerse famosos con un canal de Twitch o una página como esta. “Emprendedores” del medio, yendo de acá para allá, chupando cientos de medias simultáneas por un subscriptor o una lectura. Uno creería que de pegarla utilizarían su trabajada fama en ideologizar a su fandom. Y sin embargo, raramente sucede. Juegan a seguro intentando no enojar a nadie. Un poco como el Gobierno. La diferencia es que el Gobierno termina enojando a todos, claro.

No es mi función señalar tibiezas. No es para eso ésta entrada que aparte, escribo en una página individual. Comprendo la contradicción, pero simplemente no tengo otro espacio para expresarla y me he incendiado cada posibilidad de conseguirlo porque no soy un moderado. Al menos no uno de derecha. Esos suelen tener mas seguido espacios en los medios grandes.

Siempre hablando, por supuesto, de cuando son por elección y no por haber quedado efectivamente afuera de la fuerza de trabajo, la búsqueda obsesiva de salidas autónomas propias (o famas) nos hace inadvertidamente apoyar la ideología individualista que a la larga termina construyendo el entramado cultural que permite y posibilita el crecimiento de figuras como Milei.

Por el contrario, las ganas de construir de manera colectiva y de repartir los frutos de ese trabajo, termina derivando en todo lo contrario. En ideas de reunión, de sindicalización y convenio. De cooperativismo por un fin ulterior común.

El proceso que termina con la catástrofe de ayer nos tiene a todos los de este lado como responsables. Hay que militar en nuestros espacios. El coloquio del gaming es uno en el cual ciertas ideas siempre, históricamente, han prendido. Y a la vez, como con todo, se ha obtenido una reacción que es muy noble pero que, en mi opinión, se está quedando corta. Un buen porcentaje de votos actuales de la derecha provienen de la juventud que, en tradición al menos, siempre pertenecieron a la izquierda. Esa derrota numérica es toda nuestra. Hay que ideologizar a los jóvenes que serán los votantes del mañana. Hay que extirpárselos al objetivismo aislante militando proyectos en conjunto y eliminando todo matiz que nos ciegue o nos prohíba tender lazos.

Quizás no esté todo perdido.

En el Cielo

Epílogo (2019)

El Boeing 777 ha tenido años mejores de cuando pertenecía a la extinta Transaero. Como parte de la flota regular de aviones de Aeroflot, la Aerolínea Estatal de Rusia, parece estar en camino al desguace.

Del lado de la ventana, el artista  Yoshi Shinkawa observa la sección superior de un cuerpo de nubes espeso. Por debajo, quizás llueva aún.

-¿Qué piensas hacer?

Yoshi mira de reojo al anciano. Le encantaría pintarlo. Tiene las facciones perfectas para una gran obra de su estilo.

-No se.

-Podemos limpiar todo esto. Pero no sería lo honorable.

-¿Y qué sería honorable?

-Aceptar el espíritu japonés.

El epílogo de la historia de espionaje inspirada por las obras de Kojima

Shinkawa vuelve a mirar a través de la ventana. Faltan alrededor de cinco horas para llegar a Japón.

En 1999, en una fiesta por el centenario de la mítica compañía NEC, se lo presentaron como Oyama Akira, un respetado ingeniero de Hudson Soft y figura clave en la creación de la consola PC Engine. Apoyados en una barra, bebieron sake ellos dos y Hideo Kojima, con el cual mantenían una relación desde los 80s.

-Ah, pero ahora que es una estrella no tiene tiempo para los viejos- dice risueño Akira.

Kojima, que es algo reservado y más bien introvertido, se disculpa con Akira-san.

-Te estoy haciendo una broma. No me tomes en serio- lo tranquiliza. El sake sigue vertiéndose. La fiesta es tranquila. Nadie quiere emborracharse de más y hacer el ridículo.  

Akira, finalmente, se aleja y ambos lo ven salir del salón preparado para la ocasión.

-Hay algo extraño en él- comenta Shinkawa –Pero tal vez sea solo mi impresión.

Kojima asiente.

-Oye- le dice el anciano.

Shinkawa emerge de sus memorias.

-¿Qué?

-Voy a facilitarte las cosas.

El artista aguarda a que Akira prosiga.

-Vamos a usar a un scapegoat.

Le sorprende la inclusión de una palabra extranjera porque aparte, su inglés es inexistente y no sabe a que se refiere.

Akira, comprendiendo las falencias idiomáticas de su compañero de viaje, le dice:

Sukēpugōto.

-¿Por qué habríamos de usar un chivo expiatorio? ¿Qué sucede?

-Pero muchacho, parece que no has visto las noticias.

El anciano insta a Yoshi a revisar internet en su celular. Solo por complacerlo, el artista prende su dispositivo y revisa online los periódicos japoneses. Aunque no destacaba como importante en ninguno de los sitios, la noticia ahí estaba.

“Investigan comentarios políticos en videojuegos”  y también “Utilizan varios videojuegos para transmitir mensajes subliminales”.

El artista comienza a transpirar. Su nombre no aparece en ningún lado. Tampoco el de Kojima. Y eso, momentáneamente, pone en control a los diques que sostienen su ansiedad.

-No. No has sido nombrado. Por ahora- explica Oyama. –Sin embargo, en varias de las publicaciones enumeran los videojuegos que podrían haber sido intervenidos a lo largo de los años.

Shinkawa sigue investigando hasta que el celular se queda sin batería  y se apaga. No le da uso y por eso se olvida de cargarlo.

Pasan horas en silencio. El viejo Akira no parece preocupado. En los surcos de sus arrugas hay sabiduría pero también montones de secretos. Y tal vez, planes que lo involucran.

El creador no sabe bien porque se involucró hace tanto tiempo. Se sentía perseguido y en peligro. Temía también por Mei con quien nunca volvió a tener contacto.

El avión comienza su aterrizaje. No sin poca turbulencia. Las azafatas ya han dado las indicaciones y los pasajeros  esperan. Algunos mas nerviosos que otros. Shinkawa lo está. Pero por razones totalmente distintas.

Piensa en Kojima, su referente. Aquel al que considera su amigo. Y teme.

“No hay nada en el mundo que sea la realidad absoluta. Mucho de lo que llaman real es ficción. Lo que pensas que ves es tan real como tu cerebro te dice que lo es”.

Comienza el descenso.

Berlin, 2013

Café Cinema

La fila de personas esperando un autógrafo es larguísima. Por suerte, el invierno alemán ayuda a no sentir el sofoco. Avanza con relativa rapidez. Un número importante de fanáticos le pide que firme sobre los discos de los videojuegos de su creación. No se miente. El último título de su famosa saga no es el mejor y muchos se sentirán decepcionados. Ha sucedido en el pasado. Los cambios de género nunca son bienvenidos. Al creador le ofrecen cualquier cosa para firmar. Desde videojuegos (muchos comprados para la ocasión) hasta botellas de vino barato. Lo que importa es su insignificante firma.

Cerca de las 16 horas se acerca el final. Entre los últimos de la fila se encuentra un hombre mayor que desentona totalmente con el resto de la fanaticada poblada de adolescentes y adultos jóvenes. El hombre tiene cabello color castaño a los costados de la cabeza, anteojos de marco pequeño y camina algo encorvado. En su pecho descansa un colgante.

Las calles de Berlín están cubiertas de nieve ligera. Hace frío, pero es seco y no le molesta. Camina junto al hombre en silencio. El tránsito y la vida no se detienen por la nieve o el clima. Los berlineses atraviesan con aspecto serio hacia sus trabajos u hogares suburbanos.

El creador se detiene un momento delante de un museo que se encuentra justo enfrente del cementerio judío. Lee:

“Berlin Magic Museum”.

Aunque se siente muy tentado a entrar, vuelve con su acompañante y siguen caminando hasta llegar a una cafetería llamada Café Cinema. Es estrecha pero acogedora. Totalmente iluminada por luces de fresnel adaptadas para tener dar una luz cálida y suave.

Cafe Cinema

Se sientan en una mesa. Aún no han cruzado una palabra porque al menos él, no sabe como. Todas sus interacciones en Berlin fueron con interprete y ahora lo abandonó movido por una extraña atracción al sujeto que en perfecto alemán ordena a una camarera que le traiga dos cafes.

En un japonés algo duro le pregunta si lo acompaña con algo. Sorprendido le responde que no.

-Mi nombre es Voigt- le dice, nuevamente en japonés.

-Cada vez que tuve un encuentro de este tipo…- comienza el creador, interrumpido por la camarera que deja los dos cafés en la mesa y se va. -…fui parte de una red de espionaje internacional involuntaria.

-¿Involuntaria? Vamos hombre. Si has estado trabajando de firme para los rusos.

Hay un desprecio en la manera que pronuncia el gentilicio que nuestro protagonista supone sin error que el tal Voigt estuvo del lado este del muro.

La aseveración enciende las alarmas.

-¿Quién es usted y que quiere de mi?- pregunta en un fútil intento de desviar la atención.

-Quien soy ya le respondí.

-Su nombre no me dice nada.

-Le falta estudiar historia.

-No lo niego.

-Mi nombre es un homenaje al “Capitan de Kopenick”. Un zapatero alemán que se hizo pasar por oficial del ejército y tomó el control de la ciudad de Kopenick a principios del siglo 20.

-¿Usted es zapatero?

El tal Voigt se rie.

-No, no. Soy científico. Tengo una especialización en robótica pero últimamente he estado trabajando en el campo de la realidad virtual.

-Eso es muy interesante.

-Oh, lo es. Sobre todo ahora que la Stasi no condiciona mis investigaciones.

Ambos beben sincronizadamente y el alemán continúa:

-Escucha. Entiendo porque has estado trabajando con los rusos. Los americanos no son mejores. Pero aquí, en Berlín, podríamos protegerte.

-Ah, veo que sigues trabajando para el Estado.

-Tengo una posición secundaría en el BND. Te puedo contar eso. No estoy aquí en una operación. No tengo ni micrófonos ni ningún dispositivo de espionaje. Tranquilo.

-¿Entonces que quieren de mí?

-Déjame explicarte.

Voigt se acomoda en su silla y juguetea con su colgante. Las luces anaranjadas oscurecen sus ojos tras los lentes. Le dan un aspecto señorial y algo siniestro.

-Las pesquisas nos han otorgado cierto nivel de información y datos. Los rusos han modificado y reprogramado cientos de videojuegos (desde tan atrás como 1975) en orden de introducir mensajes e ideas que les convinieran.

-¿Cómo la leyenda de “Polybius”?

El científico se ríe socarronamente.

-Ese fue el intento americano. Un hecho simpático es que la empresa tenía una fachada legal alemana, pero fue un trabajo conjunto de varias agencias.

-Y los rusos realmente lo hicieron.

-Oh, si.

-Y ahora ustedes quieren hacer lo mismo.

-Ahí es donde usted se equivoca. A nosotros, los alemanes, no nos interesa lo subliminal. Para proteger el espíritu prusiano queremos mensajes poderosos y claros. No obstante, en el campo del desarrollo, aunque poseemos excelentes profesionales, no hemos logrado trascender.

El doctor pronuncia esto último con resentimiento sin un destinatario evidente.

-¿Y para que me necesitan a mi?

-Usted ha trascendido. Con su nombre en la cartelera, algunos de nuestros próximos videojuegos podrían ser exitosos a nivel mundial. Dejar una marca. Revivir el fuego germano. Alemanes y japoneses unidos, pero esta vez para hacer el bien.

El Aeropuerto

El creador y el doctor se separan en la puerta del café. Lo ve alejarse hasta una esquina donde un Mercedes Benz negro y con vidrios oscuros de aspecto oficial se detiene. Voigt lo saluda antes de subir al coche  y alejarse por Rosenthaler Strasse.

Nuestro protagonista se sube a un taxi y le indica al chofer que lo lleve al Aeropuerto. Ya oscureció, pero la actividad en la metrópoli no se detiene. La vida nocturna  en  Berlín es insuperable. Hombres y mujeres van de acá para allá entre bares y clubes de música electrónica.

El taxi se detiene en el semáforo de la intersección de Stressemanstrasse y Wilhelmstrasse antes de subir a la ruta federal 96. “Wilhelmstrasse” lee y piensa en el científico al que acaba de despedir. Distraído no llega a ver al hombre que se acerca por el lado opuesto del coche y se sube a su lado. Pero lo reconoce. El taxista, para su sorpresa, ni se inmuta.

-¿Estas bien?- le pregunta su nuevo acompañante de voz grave y rasposa.

-Lo estoy.

En su anterior encuentro, hace ya muchos años en una oscura habitación de hotel de Los Ángeles, no pudo ver nada de su interlocutor. Ahora, al menos, puede observar la parte superior de su rostro. Su cabello casi gris. Sus facciones duras y fuertes. Sus ojos afilados.

El auto arranca con el semáforo en verde y en minutos están en Mehringdamm.

-Tu encuentro con Voigt.

-¿Qué?

-Te pidió que te sumes a la causa alemana.

No es una pregunta. Es una afirmación.

-No lo niego.

-¿Cuál fue tu respuesta?

-Una que adivinas.

El creador le cuenta a Nulo, pues así le dijo que se llamaba en aquella ocasión en Estados Unidos, que tras su ascenso le habían informado que la empresa planeaba una fusión con capitales alemanes.

-Casi un movimiento de pinzas- reconoce el americano.

-Pero ¿Cuál es la presa?

-Tus creaciones.

-No creo poder hacer nada que logre lo que ellos desean. No es modestia. Es realismo.

-Tu espíritu japonés es reacio a admitirlo pero varias de las obras que has dejado detrás tienen fuertes mensajes políticos. Lo que previste hace unos años, ya lo estamos viviendo. En unos años será política de Estado.

-Yo solo quiero hacer videojuegos de robots y homenajear a las películas que me gustan.

-No es cierto.

-¿Cómo dices?

-No es cierto. Me estas mintiendo. Y te estas mintiendo también.

El taxi llega al aeropuerto y se detiene en el estacionamiento. Nulo lo observa con sus ojos penetrantes e inquisitivos.

-Tu, y muchos otros, quieren dejar un mensaje. Lo han logrado. Han llamado la atención de personas influyentes que quieren utilizarlos. Países enteros están detrás. América, Rusia, Alemania, China. Hasta tu propio país aunque no lo hayas notado ni te hayan contactado como todos nosotros.

Antes de salir del auto, el creador pregunta:

-¿Qué sucedió con Mei?

Nulo suspira y le dice al taxista que arranque con un toque en el hombro.

El creador observa al auto irse mientras un avión, ruidosamente, comienza a descender.

Update: Sobre el torneo y mas

Esta actualización tendrá de todo un poco. Casi un “journal”. Voy a empezar por lo que es mas importante a nivel general que es el Torneo de Tetris que está organizando Press-Over, outlet independiente de medios donde escribo ocasionalmente y genero conflicto con mas regularidad (?).

Torneo

En principio confesar que estoy muy contento y que espero que se realicen otros con asiduidad. Hay que demostrarle al mundo que hay gamers solidarios que se oponen a ese ideal bastante asentado (con cierta razón) de que en general, el gamer tiene una ideología predeterminada nefasta. Se da la lucha. Se deja el cuerpo. Se demuestra que no es tan así. Que hay otros, y en buen número, que piensan (y mas importante) y actúan distinto.

El Torneo de Tetris Solidario está siendo organizado por Jimena, Pol y Nile. Con los tres hay una relación de larga data, y con Pol y Nile hemos llevado adelante montones de actividades similares en el “Oldverse”, el espacio de Facebook que tengo y del cual supieron formar parte. Es por eso que no solo confío, sino que se en los hechos que se está emprendiendo todo con el mas alto grado de profesionalismo. Aunque con Jimena no hemos participado conjuntamente de algo así, conozco también su capacidad, voluntad y entrega.

Es muy importante destacar que hay muchas ganas y mucha pasión y que se ha dejado todo para que salga lo mejor posible y que el resultado sea óptimo para los beneficiarios finales que son los chicos del merendero.

Toda la información pueden encontrarla en los twits de Press-Over y agrego algo mas, Juan, uno de los referentes de Press-Over dejó todo en la cancha y consiguió numerosos premios para los participantes. Así que no hay excusas, a anotarse, a viralizar y a participar.

El Creador

Por el onomástico de una de nuestras personalidades favoritas del gaming estoy redactando unas historias de las cuales dos ya fueron publicadas (acá y acá). Las mismas se pueden leer independientemente (son “unitarias”) aunque sería ideal que leyeran todas. La tercera debería salir mañana, probablemente en esta página. La semana que viene dos más, ya veremos donde y termina el 23 de agosto. Estoy muy dedicado a esas pequeñas ficciones. Creo que es algo original por fuera de las notas efemérides que se suelen escribir, me salgan como me salgan.

La de mañana se llamará “Los Angeles, 2000” y por supuesto ubicara a nuestro creador en la ciudad de Los Angeles en el año 2000 (?). O tal vez no. Puede que se encuentre con alguien de la CIA. Puede que eso le provoque una idea. Tal vez vaya al cine. Quizás esté en EEUU en ocasión de participar de una famosa convención anual.

No lo sabemos. O sea, yo si se. Ustedes no lo saben.

Papá ¿tu me escuchaaaas?

Streaming

Mucho se ha hablado sobre streamear y leer. He tenido que participar pasivamente de cada twit boludo señalando cuestiones que en ningún momento se dijeron y que al final del día no importan mucho. Por supuesto que siempre molestan los dardos, principalmente si uno no los provocó. Pero es parte del paño. En Argentina (y en otros países también y es para analizarlo) hay dos clases de periodismo: el que se ocupa de las cosas  y el que trabaja a diario con el noúmeno (?).

A mi, en cualquier formato, no me interesa el periodismo de pelear con periodistas, aunque a veces me toque practicarlo. Por lo pronto porque no soy periodista. Soy meramente alguien a quien le gusta comunicar. Me sale mejor por acá que por stream pero eso no significa que lo rechace o que opine que un medio es superior al otro. Para nada. Esa es una lectura de alguien que no lee o que busca una guerra donde no había una porque se siente atacado en un espacio donde nadie le atacó. Es lo que es.

Escribo y también streameo. Creo que lo primero lo hago con mas pericia y recurso. No quita que lo segundo lo hago también.

Honestamente no creo que trabaje en El Crustaceo Cascarudo

Desde hace unas semanas empezamos con el canal de Twitch del Oldverse (@TheOldverse) con diferentes programas. Todavía nos estamos poniendo a tiro porque queremos que sea un producto con contenido decente. No obstante ya tenemos definidos un número de streams con materiales bien distintos:

The Oldverse Weekend: Natalia y yo hablamos en cámara de los hechos de la semana mientras administramos los grupos del Oldverse.

Pablo y sus Naipes (nombre pendiente): Pablo Rosquin (@pablear en Twitter) habla de TCGs y juega en stream.

Manganime Show (nombre pendiente): Pablo R y Daniel Castro Godoy se juntan quincenalmente a discutir la escena del manganime.

Big Chefa: Natalia cocina en vivo y muestra recetas.

Yo (Nombre pendiente): una vez por quincena hablo de lo que se me cante. Política, fútbol, alguna polémica (?).

Creo, y soy fiel a lo que voy a decir, que la comunicación esta abarrotada. No le pongo un adjetivo ni positivo ni negativo al hecho. Habemus muchos queriendo decir cosas. No siempre importantes y no pienso que sea algo perjudicial. En este espacio en particular deberíamos estar pasándola bien, divirtiéndonos. Yo sin duda lo hago pero, muy seguido presencio tristeza, depresión, ansiedad, bronca y malestar. Entre amigos incluso. Entiendo porqué. Muchos  que están en este gremio quieren vivir de su hobby. Lo comprendo. Es un deseo muy de clase que no me voy a poner a analizar y diseccionar acá. No en este update. Quieren revolear la renuncia al de Recursos Humanos porque están cobrando en dólares vía Twitch por jugar al PUBG. Banco los sueños. Comprendo esos deseos. Pero esos deseos y necesidades traen esa mochila llena de angustias y ganas de renunciar.

Lo mejor que se puede hacer es parar, respirar, barajar, dar de vuelta.

En una de esas se te ocurre hacer un Torneo Solidario.